Levantamos las siete velas para estar preparados ante los movimientos de Dios.
Las siete velas simbolizan siete elementos que se encuentran en la vida de los discípulos de Cristo, comunes y corrientes, discípulos que hacen discípulos.
Los llamamos velas porque lo asemejamos a un barco en el mar. El viento puede soplar o no soplar; en una dirección o en otra. Pero si el barco no tiene levantadas las velas, no se moverá de su sitio.
Queremos tener levantadas estas siete "velas" para aprovechar el movimiento del "viento"/Espíritu Santo, que impulsará nuestra nave en la dirección que Él quiere.
La Biblia es la norma absoluta en nuestra vida. Es principal. El enfocarnos en ella significa:
Leerla. Descubro que tiene Dios para mí.
Hacer. Aplico lo que me está diciendo. Acciones, actitudes, pensamientos.
Compartir. No me quedo con todo ese bien para mí solo, sino que lo comparto con otros.
La oración es nuestro "teléfono" con Dios. Mejor que la wifi o la fibra.
Podemos y debemos ser transparentes con Dios cuando hablamos con Él.
Pasa más tiempo con Él. Ambos os alegraréis, Él y tú.
Pregúntale qué opina y "escucha" lo que tiene para ti.
Ora por otras personas.
Únete a otros para orar.
¿De qué te vale tener esa gran noticia del evangelio si no la compartes?
El gran mandamiento que le preguntaron a Jesús era amar a Dios y amar a la gente. Esto se hace práctico cuando estás presente con las cuatro Ps:
Presencia. Cercanía física, como cuando Jesús descendió y se hizo hombre.
Proximidad. Empatía y cercanía emocional. Ama a las personas. Siente y experimenta con ellas.
Pasión. La compasión debe provocar tu acción benigna hacia los demás. Arremángate y ensucia tus manos ayudando en las necesidades.
Proclamación. Jesús tuvo la puerta abierta para anunciar el evangelio después de hacer todos esos bienes. Después de haber hecho bondades a los demás, tendrás el "derecho" de que te escuchen acerca del evangelio.
Lucas 10: 1-9 muestra cómo Jesús envió a setenta de sus discípulos para que preparasen su llegada. Les especificó que se quedasen con ese hijo de paz. Quizá seas esa persona de paz que abrirá el evangelio a otros.
¿Cómo vas a descubrir a Cristo en tu vida? ¿De qué forma el evangelio será algo cotidiano y excitante?
Nosotros utilizamos los Grupos Descubrimiento. Con ellos, tú y tus cercanos, podéis descubrir a Jesús, lo que la Biblia dice acerca de Dios y de la gente. A la par de ese hallazgo personal, la Biblia pide cambios y compartir esos descubrimientos.
Un discípulo es un seguidor que experimenta una formación de parte de Dios para llegar a ser un seguidor de su maestro, Jesús. Él encargó la gran comisión a los que le siguen.
Jesús tiene toda la autoridad en el cielo y en la Tierra.
Hacer discípulos de entre todos los grupos humanos.
Los discípulos se identifican con Jesús en el bautismo.
Los discípulos descubren quién es Jesús y procuran ser y hacer cómo Él.
Los discípulos hacen discípulos que hacen discípulos.
La relación con Jesús ha de ser fortalecida. No solamente eso, sino que muchas veces no sabemos como vencer nuestras propias ideas preconcebidas acerca de Él.
La Biblia nos responde a preguntas como
¿Qué espera Dios de mí?
¿Cuál es nuestro propósito en la vida?
¿Cómo se hace eso?
Por supuesto, siempre desde el propio descubrimiento, alentador y fructífero.
Los discípulos se entrenan para hacer más discípulos. Esto lo explica muy bien Pablo a Timoteo en su segunda carta. Pablo instruye a Timoteo, Timoteo a hombres fieles, y estos hombres fieles a otros.
Pablo → Timoteo → Hombres fieles → Otros
Suelta las amarras, que puedan volar. Permanece cerca si solicitan ayuda.